Balkumbia (por la Negra Sarabia – name your price)

BalkumbiaA inicios del 2015, distintos artistas del mundo se cruzaban para compartir diversas músicas y singulares sonoridades en un evento mensual en un rincón cultural de Barcelona, España, llamado “La Peña Mediterránea”. Ahí coincidieron en tiempo y espacio muchos de los integrantes del proyecto colectivo musical Balkumbia.
Balkumbia es un exótico y profundo entrecruzamiento de idiomas, edades, países, géneros, colores, vibraciones, sabores, expresiones y bagajes.
Su actual disposición musical es la siguiente: Andrés en la batería (Valencia, España), Bora en la guitarra (Ankara, Turquia), Diego Sáez en ukelele y charango (Valdivia, Chile), Diego Bernal en la darbuka (Barcelona, España), Emilio en la trompeta (Battiplagia, Italia), Pier Paolo en el saxo tenor y soprano (Teramo, Italia), Ugne en voz y güiro (Klaipeda, Lituania) y Uri en cello eléctrico (Tarragona, Cataluña).
Nos relata Diego S un poco de ese comenzar: “…Bora tocaba la guitarra Flamenca, en su estilo. Andrés que es multi instrumentista presentó varios shows diferentes. Y Diego Ber tocaba con un grupo de música de Medio Oriente. Yo, tocaba música latinoamericana.
Un día, mientras tocaba una cumbia, se subió Pier Paolo (a quien nunca había visto antes) con su saxo soprano, y fue la melodía perfecta. Luego, los invité a todos ellos más un acordeonista griego a armar algo juntos para la próxima peña. Aunque todavía nos faltaba cantante, y ahí… apareció Ugne (que ya cantaba en otros proyectos con Andrés). Poco tiempo después, Pier Paolo invitó a Emilio trompeta. Y el equipo se completó en el traspaso de Andrés del bajo a la batería, y la llegada de Uri con el Cello eléctrico de 5 cuerdas.
Pese a que todos somos muy diferentes entre nosotros, lo que nos unió en un comienzo y nos une hoy son las ganas de tocar..”.
Verdaderamente, al escuchar su material discográfico, el cual fue grabado en Barcelona, España, iniciarán un intenso recorrido. Y los puertos, les aseguro, serán muchos.
Balkumbia jamás podría reducirse a uno o dos géneros, ya que su riqueza radica en la fusión desde donde se los escuche. Una lista de temas propios y versiones son las aguas donde esta muchachada nada.
Nos comenta Diego B que lo interesante al momento de interpretar es aportar lo propio. También nos asegura otro de los integrantes, Andrés, que al momento de interpretar géneros de Latinoamérica, como en el caso de la cumbia, parten de elementos rítmicos y tímbricas características. Pero primordialmente apelan a generar un
trance rítmico.
Probablemente ese trance sea la circularidad que portan las músicas populares, que de alguna manera esta banda activa con más deseo en las pistas de baile.
Y así sucede en “Balkumbia en Do Menor”, un track en donde todo sucede. Notablemente comienza con la cumbia orquestal tradicional de los años 60 “Cumbia en Do Menor” compuesta por el salvadoreño Rafael Lito Barrientos. Vientos, arengues y el canto de lituano de una mujer estimulando cada parte del cuerpo. De manera imbricada, el sonido de un saxo nos va transportando, y otra vez la voz poder de Unge refuerza el lanzamiento de la magia al vacío mismo. Una guitarra llorando sobre la simple y compleja trama donde el derbake parece mandar. Y cuando la entrega a la calma es un hecho, de modo sutil somos tomados por el hermoso caos de una canción turca tradicional que nos tiene saltando sin detenimiento, para luego embebernos otra vez en el mandato de la cumbia: la “Cumbia de Do menor”.
La elección de interpretar distintas músicas tradicionales populares de varios países que Balkumbia toma, los vincula directo a las raíces, a la esencia de esas tierras en donde habitan historias antiguas. Allí, es donde empieza todo, afirma la cantora, quien posee la habilidad de cantar en varios idiomas y nos cuenta que el manejo de los mismos les ha permitido entender más el mundo, no solo para comunicarse, sino precisamente para acercarse a la visión que los otros poseen del universo. Tal vez, ese es el mensaje más fuerte que el canto pueda emitir, o como ella lo expresó “mandar”, ya que no depende de si el público lo entiende o no. Seguramente el alcance de la vibración resuene en algún rincón y alguien lo percibirá.
De un modo sabio, emite el trompe de Italia Emilio lo siguiente: “…En cualquier religión o en cualquier función espiritual el medio entre el alma y el mundo siempre ha sido el canto…”
Visiblemente, el mensaje de ésta gran banda es la unión de todas las partes, ya que en los últimos meses han tocado en más de 12 ciudades y en 8 países diferentes. Y la barca avanza porque todos reman para el mismo lado. Se percibe el trabajo de creación grupal, tanto en ensayos como en conciertos. Sin temor dan rienda suelta a la
improvisación, y casi de modo mágico y con absoluta naturalidad ésta banda nos pasea por el mundo entero con sus músicas.
Nuestros amigos de Balkumbia nos arriman la siguiente frase: “… Mucha suerte para todos los grupos y los músicos que cada año recorren tantos kilómetros por el mundo…. “
Con gran anhelo, de pronto explorar las raíces de Latinoamérica que fuertemente llaman.
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