Chuck Upbeat-Oriental bass (por Johnny Gutierrez aka Nillo – name your price)
“El mundo es un pañuelo”. Ese era uno de los tantos mantras que usaba a diario mi abuelo cuando trataba de explicarme sus propias visiones del futuro mientras yo, sentado a su lado, pretendía haber entendido las miles de dimensiones ocultas de una frase tan simple.Todos compartimos un registro sonoro que nos relaciona de alguna u otra manera, y a lo largo de los últimos años hemos podido ver más y más productores buscando en tradiciones ajenas a medias, sonidos que ayuden a traducir lo que están cargando por dentro.
Es emocionante ver por ejemplo este trabajo de Chuck Upbeat, dj y productor Ruso, al que se le ocurrió buscar en la tradición china, vietnamita, japonesa y coreana la inspiración para producir esta delicia de álbum llamado “Oriental bass”, el cual se traduce en fuego desde que inicia el primer track “Mekong Vibe”, que combina beats chinos delicados y brillantes con pura decadencia del espacio exterior.
¡Este álbum es supe sucio e interesante! El mismo Chuck lo describe como fresco, independiente y real, al mismo tiempo que hace la aclaración para los DJs de que hay que tener cojones para programar esta música en un club ¡ON IT!!!!
El disco me recuerda muchísimo a las compilaciones de DJs bien raros de la escena bass de inicios de los 2000, como Celt Islam o Secret Archives from the Vatican, que lograban que esas melodías perfectas y misteriosas del lejano oriente sonaran en cualquier club under de Europa, lo cual al mismo tiempo desató una completa locura, a la vez que daba pie para que reventaran miles de producciones independientes que surcaban un inagotable río sonoro que algunas veces empezaba en el Himalaya, otras en lo más profundo de África del norte, para desembocar en los oídos de un montón de inadaptados sociales, grupo del que soy miembro honorífico, que estábamos cansados del pop y sus ramificaciones.
Estas combinaciones son además la banda sonora de las ciudades modernas, de lo que pasa en sus noches, de lo que suena en algunos clubes y en muchos dormitorios. Es el sonido de generaciones juntas que exploran y crean maravillas.
Las advertencias están hechas, esto es un disco lleno de magia y sudor, que resalta sonidos perdidos en el tiempo y los combina con bases de bajo hiper pesadas diseñadas para incendiar audífonos. Delicia maximalista, declaración de unidad.
De mi parte, y después de escuchar esta producción unas 321 veces, solo me queda esperar que Chuck decida su próxima exploración y no dure mucho en ponerla al aire. Para ustedes amigos, apagar el móvil, ponerle play a este disco y escuchar la mutación de la música, ver como se proyecta al futuro tejiendo intrincados patrones con el pasado, poner más volumen de lo recomendable y compartir la experiencia. ¡Salud! (por Johnny Gutierrez aka Nillo – https://www.facebook.com/RANDOMCOLLECTIVECR)
