Reptilian Commander-Latinosaurus (por Federico Sánchez – Sub Klub Records – name your price)

Reptilian Commander-LatinosaurusSi acaso te despertaras en este año, 2016, después de un letargo por congelamiento como John Spartan en “The Punisher”, te habrás dado cuenta que la música que escuchabas en tu época ha cambiado. El dubstep, el techno, el jungle y la cumbia han mutado, se han sacado los tabúes y se han mimetizado entre sí para dar a luz a muchas cruzas musicales diferentes. Han adoptado genomas musicales a los cuales no estábamos acostumbrados y han metido en una gran bolsa virtual todo aquello que nos hace bailar, como el dembow, lo más filoso de la cumbia, los breaks rítmicos del jungle y los bajos pesados y wobbly del dubstep, creando ese fenómeno digital llamado bass music. No importa qué ritmo tenga. Si el bajo está presente y de qué forma te hace mover los pies la música de la cual se trate ya se vuelve algo válido en esta época.
Te tendré que contar, amigo o amiga, que el mundo ha recibido un disco nuevo de b-sides de Bret Alexander aka Reptilian Commander, lanzado a través de la plataforma interplanetaria llamada Sub Klub Records, hogar de ilustres beatmakers como Relo, Black Mandingo, Jairomendez, Tropikore, y Villa Diamante entre tantos otros.
“Latinosaurus” se llama, y se presenta a sí mismo a través de 5 pistas potentes que suenan exquisitas ya sea a través de unos buenos parlantes o en una pista de baile con buenos sublows. La primera pista, titulada “The reptilian commander” es un pasaje de escalas arabescas entre el dembow, el drum ‘n bass y el future-hop. El segundo track, “Cumbiatronic”, es un hijo directo de la cruza entre la cumbia sonidera, el dancehall y el dubstep, disponiendo en cada segundo un arengue propio de Sudamérica.
El tercer track, “Mental Constructs Destruction”, es el más cercano probablemente al tech-house, pero con ritmos más filosos y orientados al neotrap más americano.
Aires pesados se respiran en “Psychotomimetic”, el cuarto track, cuando la electrocumbia se encuentra con un pasaje deep, para dejarle paso a un bajo dubstep y a un ritual cumbiero electrónico.
Para cerrar el disco, nos encontramos con “Cinereous”, la canción más melosa, más exquisita, con un ida y vuelta de un Rhodes que nos envuelve en un baile meditativo, listos para volver a poner play al primer track (por Federico SánchezJin Yerei)

También te puede interesar…

Suscripción a Newsletter

Por favor desactiva tu AdBlock para navegar en K7BLOG