Aamar-Guards (por Andrés Oddone – name your price)
Vaya a saber porque, pero desde que el mundo es mundo la abstracción sonora hilada por medio de notas consigue excitar lo emocional hasta puntos inconcebibles y difíciles de evitar, ya sea en el disfrute o en el desagrado. Pero como en un ciclo que seguramente seguirá y seguirá, la música dedicada a la abstracción regresa cada tanto para agitar nuestra habitual costumbre a lo harmónico renacentista.Al comienzo, esa forma sin forma generó trance tribal por medio del golpeteo sobre tambores, pulsando sobre un rezo eterno. Luego, continuó viajando encarnada en dementes de la música clásica de comienzo de siglo 20 como Luigi Russolo, que comenzaron a hilar en ese extraño mundo de notas vs tensión sonora. Después, a mediados de siglo, artistasos de lo conceptual como John Cage liberaron a los sonidos de las notas, haciendo que el alma de los que escuchan nuestros oídos pasee sola, mostrando todo su brillante esplendor. Luego, ya casi llegando al nuevo milenio, algunos músicos como Oval volvieron a acercar ese inmenso universo de la delicadeza sonora a lo tonal, especialmente a las melodías que mueven fuerte el corazón, y lógicamente con procesos cargados de modernidad y lúdica digital.
Toda esa escalera lleva hoy a discos como “Guards” de Aamar, un bello deambular por emociones sutiles pero intensas, profundas pero que liberan.
El disco de este artista oriundo de Luxemburgo es como un cruce de mundos de la música abstracta, como si Brian Eno, Markus Popp, Kevin Shields y Mount kimbie hubieran unido fuerzas para crear un álbum que los represente bien a todos, pero que de paso traiga al plano de lo actual a todos los súper héroes que supieron hacer en el pasado que el sonido tuviera el rol principal, pero apuntalado de reparadoras melodías, de esas que hacen bien, que curan (por Andrés Oddone)
