The Exils-Golden Boy (por Martin Rigatuso – free DL!)

The Exils-Golden BoyThe Exils es una banda que tiene su cuartel general en la Ciudad de México y está integrada por David, Chalo, Cinthia y Pique.
En esta ocasión nos exponen un disco que se titula “Golden Boy” que increíblemente, y esto de no poder creerlo es debido a la alta calidad de sonido y concepto, es su primer L.P.
Por suerte para nuestros oídos, el material se encuentra para libre descarga desde su cuenta de bandcamp, material que desglosaremos a continuación mientras muevo la cabeza al compás.
“Golden Boy” arranca de manera inmejorable, con la balada “Black Horse”, para calentar un poco los tímpanos con una cálida guitarra acústica que marca las melodías, para que una voz femenina un tanto lastimada nos sumerja en su mundo en el cual unas percusiones aparecen para dar final al track y hacer de puente con “Devil in Me”. Es aquí donde uno comienza a sentirse un tanto agitado, con un riff muy bien logrado al que el coro acompaña rezando el nombre de la canción. Entra la base de batería (registrada bien cruda) y el bajo distorsionado te saca el aire que te quedaba. En la estrofa la tarea de la guitarra pasa por arpegiar y dejar que la base se lleve todo por encima, para luego pegarse a ella y crear un tsunami de ruidos de distorsiones. A todo esto, la base parece no inmutarse al quedarse fija en una nota y desarmarse como las olas.
Ahora llega el momento de escuchar “Golden Boy”, track que le da nombre al disco. Unos ruidos crean el clima para que la melodía haga su entrada marcada por guitarra y bajo, luego la voz… y sigue la banda entera haciendo algo que no habían anunciado, tomándote por sorpresa para volver a la estrofa ahora con ritmo y al puente de nuevo y así… envolviéndote.
El único track con nombre en castellano es “El Mar”. En el los riff´s, el ruido de guitarras y la voz con reverv se apoderan de todo. Es el tema que podríamos considerar más “convencional” del disco a modo compositivo, pero con un sonido que desarma dreadloks (rastas) y se te cae encima.
“Blue Ice” nos trae de nuevo al sonido de la guitarra acústica con una voz flotante y una base controlada y apaisada. Hasta este momento en el disco no habíamos experimentado ser mecidos por este mar de ruidos, en posición horizontal, dejando la nariz fuera del agua disfrutando de como el tiempo desaparece con cada movimiento.
Como les conté antes que ocurre en otro de los tracks, también en “Dinosaur Hearth” la batería esta registrada de manera cruda: MUY cruda. Atrás quedo la sensación de flotar, ahora llegó en su sentido mas puro lo que conocemos como rock, (en la onda de P.J. Harvey en sus primeros discos). En la mitad de la canción hay un espacio para respirar para luego volver a correr. Aplausos para el bajo con distorsión.
“Texas” es la penúltima canción, y esta entra directa. Posiblemente es el tema más oscuro del disco y en el brillan las guitarras, ruidos, riffs, pausas, acoples y todo queda de maravillas.
Uno parece no entender mucho los ruiditos de estudio que vienen desde unos auriculares y una respiración, preparando/descansando la voz, pero a los 15 segundos entendemos todo: “Kill the Synthesizer” es el track mas violento del disco, con todos los ingredientes que necesita la música power, como gritos (no exagerados), riff potentísimos, batería y bajo siendo una sola cosa. Y así nos dicen adiós (por Martín Rigatuso – http://claravox.bandcamp.com – https://soundcloud.com/snifbesidesendlesshttp://losmoo.bandcamp.com)

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