Robots strippers gigantes causan sensación en Japón (por Manuel Cosío)
En un callejón de los más conocidos de Tokio, al caer la noche, cuatro enormes robots femeninas bailan al ritmo de la música junto a bailarinas en vivo en un espectáculo de una hora que ocurre en el Restaurante Robot. Este lugar, que se ha puesto de moda en la ciudad, se debe a una idea, que según los propietarios, tardaron más de tres años en desarrollar debido a la construcción de los robots, los cuales son de 3.6 metros de altura y tienen rasgos faciales femeninos controlados por las bailarinas del club. También cuentan con pelo rubio, castaño o rojo, y ojos azules o verdes.
El porta voz del club dice que “el concepto detrás de este restaurante es la lucha, las mujeres Feisty, y los robots son parte de ese tema”. También aclaró que “todos los componentes centrales de los robots está hechos y montados por nosotros.”
La mitad inferior de cada robot está construido para asemejar al famoso personaje Gudam, mientras que su curvilíneo cuerpo humano superior está revestido de un traje futurista de gladiador.
Cuando aparecen los robot en escena, cada uno se encuentra controlado por dos mujeres en bikini, las cuales pueden manejar los rasgos faciales y las piernas utilizando los joysticks.
Después de un breve intermedio, donde los visitantes pueden disfrutar de un bebida y una comida que viene incluida por los $51 dólares que cuesta la admisión, las mujeres Feisty regresan a escena.
Al final del espectáculo, los cuatro robots “strippers” vuelven a aparecer en uniforme militar sobre tanques armados con cañones. ¿Qué tiene esto que ver con todo lo demás? La verdad es incierto: “No estoy seguro de lo que acabo de ver ahí”, han dicho varios miembros del público mientras se dirigían a la estación de tren más cercana.
Japón es el líder mundial en tecnología. Más de la mitad de los robots industriales del mundo se utilizan aquí. Es por ello que es fácil entender el por qué este espectáculo ha tenido tanto éxito y más cuando va acompañado por chicas reales que complacen al público frenético, compuesto como es natural, en su mayoría hombres.
En un callejón de los más conocidos de Tokio, al caer la noche, cuatro enormes robots femeninas bailan al ritmo de la música junto a bailarinas en vivo en un espectáculo de una hora que ocurre en el Restaurante Robot. Este lugar, que se ha puesto de moda en la ciudad, se debe a una idea, que según los propietarios, tardaron más de tres años en desarrollar debido a la construcción de los robots, los cuales son de 3.6 metros de altura y tienen rasgos faciales femeninos controlados por las bailarinas del club. También cuentan con pelo rubio, castaño o rojo, y ojos azules o verdes.
El porta voz del club dice que “el concepto detrás de este restaurante es la lucha, las mujeres Feisty, y los robots son parte de ese tema”. También aclaró que “todos los componentes centrales de los robots está hechos y montados por nosotros.”
La mitad inferior de cada robot está construido para asemejar al famoso personaje Gudam, mientras que su curvilíneo cuerpo humano superior está revestido de un traje futurista de gladiador.
Cuando aparecen los robot en escena, cada uno se encuentra controlado por dos mujeres en bikini, las cuales pueden manejar los rasgos faciales y las piernas utilizando los joysticks.
Después de un breve intermedio, donde los visitantes pueden disfrutar de un bebida y una comida que viene incluida por los $51 dólares que cuesta la admisión, las mujeres Feisty regresan a escena.
Al final del espectáculo, los cuatro robots “strippers” vuelven a aparecer en uniforme militar sobre tanques armados con cañones. ¿Qué tiene esto que ver con todo lo demás? La verdad es incierto: “No estoy seguro de lo que acabo de ver ahí”, han dicho varios miembros del público mientras se dirigían a la estación de tren más cercana.
Japón es el líder mundial en tecnología. Más de la mitad de los robots industriales del mundo se utilizan aquí. Es por ello que es fácil entender el por qué este espectáculo ha tenido tanto éxito y más cuando va acompañado por chicas reales que complacen al público frenético, compuesto como es natural, en su mayoría hombres.
