Música y sonidos en India – Edición 2 (por Andrés Oddone)

Ya les conté esta parte en otro post… pero ¡para los que se lo perdieron! En diciembre del 2011 viajé a India, más específicamente a Bangalore, para tocar en un lugar y realizar una investigación para el Instituto Goethe de esa ciudad. En tres semanas mantuve distintas reuniones con artistas locales para juntar info y materiales con los cuales crear un pequeño mapa de lo que ocurre en la música de esa ciudad, y de las relaciones que se dan con colectivos, sellos y proyectos de otras ciudades de India. Los encuentros fueron sorprendentes… pero por lo inusitados. Nada de lo que imaginaba antes de ir (¡siempre pasa igual!) era como yo preveía. Las realidades de los lugares son como grandes mandalas, una situación dentro de otra… y en India eso ocurre más en el ningún otro lugar del mundo en donde estuve. Entre las cosas que me crucé, pude reconocer una linda escena de rock experimental súper buena, rica en contenidos y cruce de elementos compositivos y sonoros, que extrañamente no guarda ninguna referencia (al menos para mi comprensión) de lo “típicamente” indú. Son bandas de altísima calidad, que a primera escucha podríamos identificar como de cualquier lugar del planeta, pero que de todas maneras tienen sus particularidades. Entre lo que ví, se destacan dos. Primero, les cuento sobre Pinknoise, cuarteto de Calcuta formado en el año 2006 que produce una música delirante, entre rock progresivo, jazz y sinfónico. Según me contaron, sus puestas en vivo tienen alto grado de teatralidad, son realmente vibrantes. ¡Que vos la de la cantante! Aquí les va de ellos un disco en vivo llamado “Quirkwork / LIVE” y el EP demo “The Dance Of The Diaspora”. Ambos son para bajada gratuita. También fue lindo conocer la música de lo originarios de Delhi Peter Cat Recording Co.. ¡Que vuelo! Su música mezcla elementos que te remontan a distintas épocas. Es como un paseo circense entre cansonetas, los Beatles, el rock romántico italiano de los 70´as y el lado más naif de Blur; todo apoyado sobre el piano, que funciona como un gran hermano apañador sobre el cual la magia de las notas se apoya. Sin olvidar la particular vos del cantante y el efecto psicodélico que da el teclado hammond a varias de las canciones. La música ideal para ir escuchando en el auto en un viaje de ruta, para conectar el viaje con el viaje. Su álbum “Wall of Want” cuesta como mínimo $0.50 de dólar. O sea… nada. Aquí les dejo el player para que lo escuchen y se den cuenta de que tengo razón. Ya prontito continúo en otro post con otras de las lindas músicas que me encontré en ese mágico país.

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